Un estado óptimo de salud comienza por una alimentación sana, y una alimentación sana comienza por una composición adecuada de la dieta.

Es fundamental garantizar un aporte suficiente de vitaminas, sales minerales y oligoelementos.

La principal fuente de vitamina D es la luz solar, pero debemos exponernos a ella dentro de los horarios que no resultan perjudiciales para la salud como las primeras horas de la mañana o luego de las 16 hs.

Dentro de los alimentos, podemos encontrar esta vitamina principalmente en yema de huevo, pescados, hígado, aceite y algunos productos lácteos a los cuales se les ha adicionado. Y en menor medida en hongos.

En caso de una alimentación monótona es muy posible que exista una carencia leve de algunas sustancias nutritivas. Esto se manifiesta con síntomas como cansancio, irritación, trastornos de sueño y malhumor. Si notamos la presencia de algunos de ellos es fundamental consultar al médico, el cual indicará la realización de los análisis correspondientes, y en caso de comprobarse la deficiencia de la misma consultar a un Nutricionista para realizar las modificaciones correspondientes en los hábitos alimentarios.